Actualmente se han presentado una serie de cambios muy importantes dentro del ámbito educativo, entre ellos las condiciones sociales, culturales, físicas e instrumentales, en donde se lleva a cabo el acto docente, pero al igual impactan en las condiciones de los estudiantes y de los mismos profesionales de la Educación, es decir al maestro.
Ser docente en estos días requiere de ser reconocido en todos los sentidos de la formación profesional, y para ello requiere de ser formado como tal, un profesional de la educación, digno de ser capaz de presentarse ante cualquier condición evaluativa contando con un perfil acorde al que se necesita hoy para formar sujetos con las características que requiere nuestro país.
Es el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), quien se encarga de evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del Sistema Educativo Nacional en la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior, y entiende que la evaluación educativa es una herramienta que permite la mejora de los componentes, procesos y resultados educativos. Por eso enfatiza el carácter formativo de la evaluación.
Esta organización logra ver a la evaluación como una herramienta fundamental para la mejora educativa y es por ello que considera necesario poner en práctica acciones para fortalecer el trabajo docente; y este fortalecimiento tiene que ver con que el docente sea capaz de descubrir las dimensiones de los problemas, la ubicación de las escuelas y sus diferencias permitiendo acercarnos a atender las posibles causas de las acciones diversas de la planificación y organización de las escuelas.